Nos encontramos actualmente en la era de la información: nuestra era.
Las consecuencias de esta era de la información y sus características dependen del poder de quienes se benefician en cada una de las múltiples opciones que se presentan a la voluntad humana (sometida a las fuerzas externas del mercado y la tecnología).
La innovación tecnológica, la investigación científica, la creatividad cultural son apropiadas, manipuladas, coartadas, por los intereses y poderes que se interponen entre los productos de dicha creatividad y las personas de la sociedad de donde surge.
La reapropiación por parte de la sociedad del fruto de su creatividad cuenta ahora con medios poderosos: Y todo ello al servicio de intereses y valores que se debaten, modifican y deciden con autonomía creciente por parte de los actores sociales.
(“La información es poder. La comunicación es contrapoder”).
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